Íbamos por una calle paseando tranquilamente hasta que un macetero nos impidió el paso. Además, dos motos bien grandes nos lo pusieron aún más difícil. Nosotras nos miramos y pensamos: desde luego, es que ni en la calle se puede pasear. Y lo peor de todo es que si dices algo a los conductores, ellos te responden con mal genio.
hola
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